OMD Cúpula Parque O`Higgins – Santiago

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Por Marcelo Reyes.

Orchestral Manoeuvres in the Dark debutó en Chile el 2 de febrero pasado en la Cúpula del Parque O`Higgins 

El ambiente que se generó en el recinto pocas veces se ve en un concierto, ambiente que se mantuvo de principio a fin.

La banda liderada por Andy McCluskey y Paul Humphreys formada en Liverpool, dejó todo en el escenario, en lo que fue el debut absoluto de una banda que cuenta con 40 años de carrera y que para muchos fans significaba una deuda y un sueño por cumplir.

La banda comenzó sus andanzas el año 1978 bajo el alero del sello Factory Records, compartiendo espacio junto a los eternos joy division, de hecho el primer single Electricity fue producido por el mismísimo Martin Hannet, productor histórico de la banda Joy Division.

Tras ese single saltan a Virgin Records donde comienza la época de oro de la banda, todo tras la salida del single Enola Gay, justamente uno de los puntos altos del set list que dejaron tras su paso por Chile.

La banda llegó con excelente ánimo a Chile tras un triunfal paso por Perú a mitad de la misma semana, lo que se tradujo en un show perfecto, sin errores, emocionante de principio a fin.

Varios fans pudieron tener contacto con la banda antes, durante y después del show ya que firmaron cuanto disco les pusieron frente, tanto fans nacionales como incluso un par de amigos Argentinos que lograron también cumplir su sueño de ver a la banda acá en Chile, ya que lamentablemente no pasaron en esta ocasión por Buenos Aires.

En 1983 editan Dazzle Ship, su álbum más experimental hasta la fecha y favorito según la propia confesión de ambos músicos. Posterior a eso vino su etapa más comercial con quiebres de por medio, donde incluso podemos mencionar que  se editaron varios discos de OMD sin la participación de Paul, donde destaca el disco Sugar Tax (sailing on the seven seas, pandora´s box y call my name).

Tras un largo periodo de silencio y desarrollo de proyectos personales, los dos cerebros de OMD deciden volver el 2010 editando hasta la fecha 3 discos de alto nivel musical, cuyo último álbum titulado The Punishment of Luxury fue justamente el motivo de la gira que los trajo a Santiago.

El evento congregó a público de todas las edades donde obviamente la mayoría superaba los 40 años.

La previa al show corrió a cargo del dj Cristian Pérez, quien brindó un set acorde al evento, con altas dosis de synth pop cerrando de buena forma con la intro de enola gay, quizás uno de las más esperadas por todos.

La verdad que como nunca y quizás por el precio de las entradas, que fue tema en redes sociales, dentro del público se notaba bastante conocimiento y fanatismo por la banda, ya que durante todo el show se escuchó al público cantar, gritar y festejar cada canción y los bailes de Andy quien no demuestra sus 59 años de edad contorsionándose y llevando el ritmo de la banda en su cuerpo.

Tal como les comentamos antes, la banda se paseó por toda su carrera, no dejaron hits fuera y su entrega fue tal, que podemos decir con toda franqueza que no se guardaron nada, de hecho hasta hubo un momento de humor autocrítico por haber tardado tantos años en venir a nuestro país, declaración más que sincera dada la alegría, simpatía y humildad mostrada por la banda en su paso por Chile.

Podríamos decir que la única que extrañamos fue Telegraph, pero esperemos que cumplan y vuelvan pronto, sería lindo un show architecture y Dazzle ship en el Teatro Municipal de Santiago (dato para las productoras) o un show de grandes éxitos en el Festival de Viña (broma)

Dentro de las canciones presentadas, uno de los puntos más emocionantes fue Joan of Arc – Maid of Orleans, canciones incluidas en su obra cumbre Architecture and Morality de 1981.

Si bien la estética de la banda siempre fue una marca importante, de hecho Peter Saville (New Order-Suede-Joy Division) se ha encargado durante su historia de la mayoría de sus portadas, en el show del sábado la sobriedad visual fue clave para que la banda se mostrara tal cual, elegante, sofisticada, festiva pero por sobre todo 100% humana, un contraste especial para una banda electrónica que festeja la modernidad, sigue las enseñanzas de Kraftwerk y reniega de los Beatles.

Recién comenzó el 2019, pero podemos destacar el show de OMD como uno de los grandes shows del año y uno de los debuts más emocionantes de la historia en nuestros escenarios, pudo ser mejor en cuanto a visuales, pero siendo bien sinceros, no era necesario, con la música, la banda y el público, no faltó nada, gracias a colors por la apuesta y a la banda por darnos un día feliz.

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