Por Cristian Delon
“Siento que cuestionarse cosas puede ser bueno y malo”
Eso pensaba de forma silente aquel señor de 50 años, que vi rumbo al liceo humanista
Apoyado él sobre el fierro de aquel bus que funciona como pasa manos para el descenso
Parado, siguiendo con su cuerpo el movimiento oscilante del bus de la pega al trabajo o que se yo.
Nadie puede saber que piensa el otro,
pero yo lo miraba y eso pensaba mientras escuchaba Siniestro Total en mi personal stereo.
Nadie puede llegar a sentir lo que el otro siente, pero los ojos no mienten.
Me gusta mirar a la gente e imaginar que piensan y sienten
Sentado en el último asiento del bus donde se sientan los hediondos.
Eso decían por lo menos en el colegio, que atrás se sientan los hediondos
Pero nadie entiende que desde atrás se ve todo lo que pasa, cada movimiento del grupo
Nunca me lo cuestioné, simplemente me gustaba mirar
Colgado de las telas de arañas junto a los pseudodelincuentes del curso.
Ahora voy camino a los 50 años como el viejo del bus aquel
Faltan pasadas del calendario y sigo estando atrás, más de lo que quisiera
Mirando desde el balcón de los parias igual que en el colegio
No es tan malo cuestionarse eso, después de todo, después de tanto.
No es malo sobre todo tras una pasada por el infierno.
Ni bueno, ni malo, pero algo de verdad había referente a mi ubicación en la sala o en el bus
Mi lugar favorito siempre fue la calle, ahora no tanto eso sí, ya no es necesario
De la misma forma que me gustaba nadar contra la corriente, eso explica mucho,
ahora mejor dejarse llevar un rato, como hoja de otoño en rio de lluvia y barro.
De algo sirvieron las puñaladas, los golpes y los calabozos
En distintas épocas, pero siendo el mismo que soy ahora
Un poco más vivo sin dudas, ahora más que nunca
No muerto como el viejo que tenía 50 y se cuestionaba todo, pero no hacía nada.
Desde ayer que grito todo, Grito y no arranco, aunque jamás arranqué
Menos cuando estaba pillado por el inspector del colegio, por el papel en la cabeza del profesor
Cuando los pacos jalados me llevaron preso por tomar cerveza en la calle
hablando de monos japoneses que ni conocía
O la última vez que prefiero no recordar
No me cuestiono tanto, pero igual la pienso
Pienso por ejemplo que no quiero terminar colgado del fierro de la micro con cara de nada como el viejo de 50
Ni colgado de un árbol seco de algún cerro que ya no existe, porque ahora solo hay casas en vez de árboles.
Después de todo no es malo pensar las cosas un par de veces antes de cagarla.