Invoco a Dionisos
Liberación
Cuando viajo los hombres se metamorfosean en palabras
Nada de lo que existe
Existe
Pero el verbo es su carne
Carne vibrando en la nada
Fantasma terrible
El rostro sagrado
Abisal
Sonríe y bendice mis pasos
Fuego negro
Paraíso, carne, inmanencia
La tribu de los desolados
Queman sus mitos en valles invisibles
Veo grandes hogueras en el hueso sacro
El misterio del mal
Veo hermosas mujeres danzando entorno a la piedra
Omphalos
El espacio filosófico del orgasmo
Borbotones de sangre menstrual en las rocas subterráneas
Mis bosques cantan palabras increadas
El santuario de medusa
A lo lejos
Penetro en la caverna
En la guarida del dios-liebre
La cabeza de medusa es el altar de los videntes
¡Quemo mis libros y mi sangre!
Y adquiero la capacidad de descomponer el tejido flotante
Del cual estamos construidos
Creo nuevos espejismos Mundos eternos y transparentes
Vidente del caos
Cantas compasión y anarquía
Una nueva iluminación
El tiempo se transforma en espacio
Fisura y resonancia
El silencio de la luz resplandece
Sé y haz
Prometeo despierta a la nueva devoción libre
Una nueva alquimia
El calor sagrado inflama mis espacios espirituales
Profundos abismos de clara luz
Desde dentro hacia afuera Mi pupila ya no es negra
Ilumina la realidad con la luz diamante
Yo vivo en la montaña
Con furia divina
En la calma perfecta
Soy el destructor de la muerte
El señor de infiernos y paraísos
Soy amigo del caos
Soy la luz del fuego apagado
Mi voluntad es perfecta
Penetro en las tinieblas sagradas y todo deja de importar
La verdadera satisfacción no existe en este mundo
Mi país fue el lugar caduco
Fue un templo de mil serpientes muertas
La aniquilación es lo único que parecer ser verdad
El mundo es un payaso que juega con sombras
Viaje nocturno
El viaje nocturno ha comenzado
Desperté en medio de una selva selvaggia
Escuché sonidos de criaturas oscuras Vibración y miedo
Un relámpago sublime
El ángel-dáimon de las revelaciones
Una aparición magnífica
Flotó alrededor
Sentí la calma de los santos
Me habló en el corazón
Resonando como un trueno
“Llevo la vestidura de la piedad y la alegría” Le dije
Y se acercó mirándome con fuego en sus ojos
Me abrió el vientre y saco un diamante
Era la joya que cumple todos los deseos, me dijo
Sentí sus dedos de la sabiduría en mi cuerpo
Quemando y sanando
Todas las vidas arruinadas
Miró a través de mi carne y memoria
Vio mis senderos escondidos
Y dijo: “ahora estás listo para el descenso en el corazón del universo”
Al decir estas palabras desapareció dejando tras de sí un estruendo
terrible de majestad y belleza
Un relámpago inconmensurable
Me sentí renovado y joven
Como un dios de la vegetación
Avancé a la gran puerta para salir del laberinto
Penetré en los campos del porvenir y la libertad